Welcome to my nightmare (Cap 1)
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Welcome to my nightmare (Cap 1)
hola que tal
soy nueva ne el foro, asi que me decidi aqui publicar un fick
es como mi valvula de escape, ya que dejo al descubierto mis demonios internos, que tarde que temprano tenia que ssalir
ojala sea de su agrado, si ven una que otra falta de otorgrafia espero me disculpen
bueno aki el fick
Mis oídos son inundados por la voz de dulce voz de Simone Simons mientras mi alma está ausente en un lugar donde tiempo y espacio no existen. Solo yo y mi i-pod me acompañan.
A cuatro filas de distancia sé que se burlan de mí. Los escucho, aunque ellos ignoren tal hecho. Veo en mi mente sus risas y gestos que me imitan. Me da igual (o al menos eso trato de aparentar).
La música no logra acallar los berridos que producen con sus risotadas. Me estoy hartando.
Mía aún no llegaba, un día me dijo que quería partirles la madre a esas cuatro descerebradas que se pasaban haciéndome la vida imposible solo por comportarme de una manera… extraña
Creo que no he ducho mi nombre.
Emilie Elizabeth Salvatore.
Odio mi nombre, solo porque llevo el nombre de una de mis idolas de la música y mi asesina serial favorita: Emilie Autumn y Elizabeth Bathory, condesa húngara considerada una vampira. Creo que esto no lo sabían mis padres cuando decidieron llamarme asi.
Una sigo escuchando sus risas, me enferman.
Mis ojos los siento cálidos, como si los perforaran con hierro incandescente.
De repente mi amiga Mía se para frente a mí saludándome…
- ¡demonios!, cada día das más miedo cabrona - me dijo en sorna, la calor en mis ojos ceso.
- Lo siento, ellas me desesperan - le conteste sin ninguna emoción en la voz
- Ellas desesperan a cualquiera, malditas putas…
- Da igual…
- ¿por qué tan pensativa?
- Tratando de evadir sus malditas caras de mi rostro…
- Otra vez…
- Si otra vez…
-¿Segura que no es psicológico?
- No, viene en mi ADN
- Me asustas a veces
- No te preocupes, mis padres me dicen lo mismo a cada momento.
- Amm.. - no respondió.
Mia Coldheart, de origen sueco, es mi mejor y única amiga desde que tengo memoria, la única que me apoyo cuando descubrí que algo no andaba bien conmigo, la única que me dio la mano en vez de salir corriendo cuando me enojaba y mis ojos se tornaba negros como pozos, la única que me ayudo a superarlo y hacer de esta debilidad mi punto fuerte. Ella es alta, de unos 1.70m aproximadamente, piel blanca, cabello oscuro y ojos de un azul profundo, una verdadera guerrera que no se dejaba de nadie, ruda y con más huevos que los hombres, pero no nada más era pura furia, era linda y comprensiva e incluso cariñosa con las personas que conocía pero fuera de su círculo social era vista como una mafiosa.
Yo era un poquito más bajita que ella, solo por tres centímetros, la piel clara, marfileña, ojos color azul, pero solo que más oscuros que los de Mía y con la diferencia que con la diferencia de que según mi estado de ánimo estos se tornaban en distintos tonos, mi cabello era de color castallo claro pero siempre me lo pintaba de negro. Amábamos el buen metal y las cosas oscuras, éramos inseparables.
El profesor entro a dar la clase, mientras las locas de la puerta no dejaban de hacer su desmadre.
Mis ojos se tornaron nuevamente de un negro aterrador.
SOY NUEVA EN ESTO OJALA SEA DE SU AGRADO
BYE
soy nueva ne el foro, asi que me decidi aqui publicar un fick
es como mi valvula de escape, ya que dejo al descubierto mis demonios internos, que tarde que temprano tenia que ssalir
ojala sea de su agrado, si ven una que otra falta de otorgrafia espero me disculpen
bueno aki el fick
Mis oídos son inundados por la voz de dulce voz de Simone Simons mientras mi alma está ausente en un lugar donde tiempo y espacio no existen. Solo yo y mi i-pod me acompañan.
A cuatro filas de distancia sé que se burlan de mí. Los escucho, aunque ellos ignoren tal hecho. Veo en mi mente sus risas y gestos que me imitan. Me da igual (o al menos eso trato de aparentar).
La música no logra acallar los berridos que producen con sus risotadas. Me estoy hartando.
Mía aún no llegaba, un día me dijo que quería partirles la madre a esas cuatro descerebradas que se pasaban haciéndome la vida imposible solo por comportarme de una manera… extraña
Creo que no he ducho mi nombre.
Emilie Elizabeth Salvatore.
Odio mi nombre, solo porque llevo el nombre de una de mis idolas de la música y mi asesina serial favorita: Emilie Autumn y Elizabeth Bathory, condesa húngara considerada una vampira. Creo que esto no lo sabían mis padres cuando decidieron llamarme asi.
Una sigo escuchando sus risas, me enferman.
Mis ojos los siento cálidos, como si los perforaran con hierro incandescente.
De repente mi amiga Mía se para frente a mí saludándome…
- ¡demonios!, cada día das más miedo cabrona - me dijo en sorna, la calor en mis ojos ceso.
- Lo siento, ellas me desesperan - le conteste sin ninguna emoción en la voz
- Ellas desesperan a cualquiera, malditas putas…
- Da igual…
- ¿por qué tan pensativa?
- Tratando de evadir sus malditas caras de mi rostro…
- Otra vez…
- Si otra vez…
-¿Segura que no es psicológico?
- No, viene en mi ADN
- Me asustas a veces
- No te preocupes, mis padres me dicen lo mismo a cada momento.
- Amm.. - no respondió.
Mia Coldheart, de origen sueco, es mi mejor y única amiga desde que tengo memoria, la única que me apoyo cuando descubrí que algo no andaba bien conmigo, la única que me dio la mano en vez de salir corriendo cuando me enojaba y mis ojos se tornaba negros como pozos, la única que me ayudo a superarlo y hacer de esta debilidad mi punto fuerte. Ella es alta, de unos 1.70m aproximadamente, piel blanca, cabello oscuro y ojos de un azul profundo, una verdadera guerrera que no se dejaba de nadie, ruda y con más huevos que los hombres, pero no nada más era pura furia, era linda y comprensiva e incluso cariñosa con las personas que conocía pero fuera de su círculo social era vista como una mafiosa.
Yo era un poquito más bajita que ella, solo por tres centímetros, la piel clara, marfileña, ojos color azul, pero solo que más oscuros que los de Mía y con la diferencia que con la diferencia de que según mi estado de ánimo estos se tornaban en distintos tonos, mi cabello era de color castallo claro pero siempre me lo pintaba de negro. Amábamos el buen metal y las cosas oscuras, éramos inseparables.
El profesor entro a dar la clase, mientras las locas de la puerta no dejaban de hacer su desmadre.
Mis ojos se tornaron nuevamente de un negro aterrador.
SOY NUEVA EN ESTO OJALA SEA DE SU AGRADO
BYE
BaNsHeE- Homero
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Fecha de inscripción : 10/12/2010
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