Early Sunsets Over Monroeville

Escucho como cae la lluvia, la veo tan serena, que hasta dan escalofríos. Me gustaría ser una hermosa mariposa, para poder volar entre la lluvia, el viento, sentir como esas pequeñas gotas se pegan en mi pecho y me gustaría que tú estuvieras conmigo.

Ahora tú estás recorriendo un largo viaje, me dijiste que me esperarías paciente, pero que yo también lo esperara, no quería forzarme a acompañarlo, no quiere que me dañe, pero te extraño tanto Frank, te amo y esperare mi turno.

Gerard tomo un pedazo de manta y lo clavo en un marco de madera, acomodo su caballete cerca de la ventana, para poder pintar el bonito paisaje que esta le brinda.

Comienza a salir el sol por entre las montañas y hace que el paisaje se vea cada vez más brillante, como si le hubieran salpicado diamantes, el césped brilloso y verde, los arboles tan abundantes, los pájaros cantando demasiado felices, esas flores llenas de vida por la salida del deslumbrante sol y esas hermosas plantas cuna de moisés aun con las gotas de la lluvia en sus grandes hojas y en medio de estas la flor más bella viendo hacia el cielo, como presumiéndole sus bellos pétalos blanquizcos.

Tome mi pincel, lo hundí en mi pintura de oleo, vi una vez más el paisaje e hice presión sobre el pincel y el pedazo de tela, y finalmente comencé a pintar, espero que te guste el cuadro, ya que lo estoy haciendo con todo mi amor para ti, solo para ti Frank, el dueño de mi corazón.

Mientras pinto, pienso en ti, mí amado Frankie, mi corazón se ilusiona y comienza a palpitar más acelerado, mi mano tiembla un poco y de mis ojos comienzan a aparecer –gotas de lluvia- (como él solía llamarle cuando lo miraba llorar), trato de calmarme un poco, y con la mano que tengo libre limpio mi rostro.
Tarde tanto en decirte que te amo, hubiéramos tenido más tiempo compartido como pareja y no solo como los buenos amigos que éramos.

Fui muy cobarde en esperar tanto en decirte lo mucho que te quiero, pero cuando te lo dije fui el hombre más dichoso de tenerte a mi lado, éramos demasiado felices. Apenas íbamos a cumplir cinco años juntos, cuando paso tu accidente.

[Flash Back]

Estábamos acostados en la cama, viendo una película, besándonos, acariciándonos, disfrutando nuestro momento, disfrutando nuestro amor.

Cuando la musiquita de tu celular comenzó a sonar. Contestaste, y al tiempo en que pusiste el auricular a tu oído todo se vino abajo, comenzaste a llorar histérico, gritabas que nada de lo que te decían era cierto, cuando la verdad estaba más clara que el agua.

Tu madre estaba internada, le habían identificado cáncer cervical, te dijeron que estaba muy avanzado, solo le quedaban semanas, tal vez días. Tal como tú, yo también estaba impresionado, ella era una mujer muy saludable.

No lo pensaste dos veces, cuando comenzaste a hacer tu maleta, para ir a visitarla a Nueva York, donde ella y tu padre se encontraban.

Yo te quería acompañar, pero los boletos se agotaron, te dije que hasta el siguiente vuelo yo iría, que tú te fueras en el más pronto a llegar. Gran error mío al dejarte ir.

Lo curioso fue que te despediste de mí con un beso y me dijiste “nunca olvides que tú eres el amor mi vida, avísame cuando estés listo y te esperare paciente, Te Amo”, (no lo entendí en ese instante pero ahora ya lo entiendo claramente).

Poco tiempo, avisaron que en ese avión que tú abordaste, tenía errores en el mantenimiento del motor de la aeronave, que hizo que se descontrolara el avión y se estrellara.

De todos los que abordaron ese avión, ninguno quedo vivo, incluso algunos desaparecieron, pero tu cuerpo fue encontrado, tenías quemaduras en todo tu cuerpo, una parte de tu cara quedo totalmente deformada.
En tu funeral, tomaron en cuenta tu palabra, y tal como dijimos que queríamos que hicieran con nuestros cuerpos cuando muriéramos, te incineraron, la mitad de tus cenizas fueron esparcidas por las hermosas montañas de Monroeville y la otra fueron enterradas en una capilla. Tu madre murió un mes después.



Ah pasado exactamente un año de todo lo sucedido.

Seguí pintando el cuadro, nunca me había tardado tanto, ya estaba oscureciendo, mis manos seguían temblando, mi ritmo cardiaco seguía acelerando y mis ojos seguían nublándose derramando más gotas saladas, las lágrimas me quemaban, quemaban mi rostro, quemaban todo en su pequeño recorrido hasta por fin caer por mi barbilla, -lagrimas cálidas-, mi madre me decía que cuando las lagrimas salían calientes, era porque salían directo del corazón,-lagrimas cálidas-

Suspire fuerte, mire el cuadro, solo unos detalles más y estaría listo.

Gerard sintió como en su brazo izquierdo le comenzaba a dar un dolor, un dolor demasiado fuerte, aun así tomo el cuadro que descansaba en su caballete, no sin antes hacer una dedicatoria, quito los clavos que sostenían el pedazo de tela a la madera y tomo un marco que día atrás había comprado, era rojo con unas líneas y círculos alrededor de color negro, era perfecto ya que estos eran los colores favoritos de Frank y los colores del funeral de Gee.

Gerard como pudo comenzó a ponerle el marco a su pintura recién hecha, trata de no tocar el paisaje calcado en oleo y arruinar la pintura que seguía fresca.

Cuando termino de ponerle el marco, Gee sonrió satisfecho, sonrió aun que su brazo tuviera este dolor intenso, sintió como en su corazón de repente daban ligeras punzadas que con cada segundo que pasaba se hacían más fuertes.

Gerard se dirigió hacia su mochila y saco un pedazo de papel y una pluma, comenzó a escribir sobre este, cuando termino tomo un encendedor y lo dejo encima de la hoja y dejo la hoja a un lado. Arreglo un poco las cosas de aquella hermosa morada, y para cuando dejo todo perfecto volvió a tomar el cuadro y la hoja con el encendedor, los llevo a su cuarto, puso el cuadro al lado izquierdo de su cama y la carta la puso en la mesita de noche del lado derecho, Gee se recostó en el pedazo de cama que quedo, sonrió por última vez y dijo en voz alta “Estoy Listo”.

Fue entonces cuando ese dolor que sentía en su brazo y las punzadas en su corazón dejaron de molestarle, su respiración se corto, su cara y cuerpo se pusieron mas pálidas de lo que ya era su piel, sus labios dejaron de tener ese color rosa que siempre lo acompaño y todo el lugar quedo en silencio, los pájaros dejaron de cantar, el sol se metió por entre las montañas y toda la habitación quedo a oscuras.

Al día siguiente Michael el hermano menor de Gerard, entro al hogar del mayor, como todas las mañanas a verificar si todo estaba en orden, pero cuando entro toda la casa tenía este ambiente de tranquilidad, todo estaba tan pacifico, vio toda la casa, todo estaba perfectamente arreglado.

Mikey sintió escalofríos y se dirigió a la habitación de su hermano Gee, lo vio tendido en su cama, vio el cuadro a su lado izquierdo y la carta con el encendedor al lado derecho, se preocupo, no quería creer lo que su cabeza pensaba, se dirigió primero a su hermano, lo sacudió y llamo pero este no respondió, Michael comenzó a llorar, tomo la carta, dejando el encendedor de lado. En la carta dejaba claramente lo que serian sus deseos antes de morir, “su testamento” pensó Mikey.

En su testamento decía que quería ser incinerado y que la mitad de sus cenizas se esparcieran en las montañas de Monroeville, la otra mitad iban a ser enterrados en la misma capilla que estaba la otra mitad de Frank y el cuadro seria colgado en esta misma, dejo en claro que no se había suicidado, había llegado su hora, quería ser calcinado por el encendedor que estaba encima de la carta, el mismo encendedor que Frankie le regalo.

Michael lloro descontroladamente, no podía creer que su hermano mayor estuviera muerto, no podía creer que Gerard, su héroe, su modelo a seguir, estuviera ahora sin vida. Llamo a su madre, ella en cuanto pudo llego a casa de Gee para encontrarse con sus hijos, solo que uno en esos momentos muerto. Ella también sintió esa paz al entrar al hogar de su hijo, vio la carta y llamo a la funeraria.

Lo incineraron, le hicieron su funeral y ahora están esparciendo sus cenizas por las bellas montañas de Monroeville. El padre articula unas palabras en voz alta, Mikey, Donna la madre de Gerard y Donald su padre están presentes viendo la situación con ojos de melancolía.

En otro lugar, en las alturas de las montañas de Monroeville se vuelven a reunir dos corazones, dos almas y dos amantes que por un trágico accidente fueron separados.

Mikey que estaba apreciando las montañas, lo que sería el nuevo hogar de su hermano Gerard, vio dos hermosas mariposas volando en círculos entre ellas, se iban perdiendo en el horizonte, donde el sol se oculta, era una imagen realmente bella, la miro cuidadosamente, tratando de guardarla bien en su memoria, para recordarla cada vez que pensara en su mejor amigo y hermano Gerard.

Tal y como siempre soñó ser, ser una mariposa para poder volar entre el viento, la lluvia y sentir su corazón latir emocionado por ir con su amor a su lado, se sintió afortunado y feliz por cumplir su sueño, volar por las altas y preciosas montañas de Monroeville junto con el amor de su vida Frank, tuvo suerte y sintió que valió la pena la espera, su amor sobrevivió al tiempo, su amor era y es para siempre…

FIN.