La inundación.
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La inundación.
Milady Sáb 22 Nov 2008, 23:15
Hola.
Este cuento que escribí una mañana que desperté con deseos suicidas, está basado en el sueño de esa profunda noche, y el sueño, basado en mis desesperados sentimientos.
Dicen que después de la lluvia, nuestra sombrilla se convierte en un bastón, pero no tengo yo formas de comprobar eso porque en este lugar, Horizontal, nunca deja de llover.
Yo nunca en toda mi vida he visto un día soleado, sin lluvia fuerte o leve, pero los adultos y personas mayores y más sabias que yo siempre dicen la palabra “sol” con un suspiro, como si alguna vez, hace mucho, hubiera parado de llover un momento y el sol nos hubiera dedicado unos segundos.
Nadie sabe a dónde va el agua, hay varias teorías, pero yo creo en que tal vez por eso estamos rodeados de un lago, y por eso nuestro terreo es curvo, como la parte de arriba de un globo.
Detrás de la valla hay un lago, un lago enorme, que si no fuera porque está muy tranquilo siempre, creyéramos que es el océano.
Yo nunca llevo sombrilla, y veo a personas que sí la llevan, ésas son las que aún quieren convencerse de que parará de llover, por lo regular son los viejos. Los que no llevan sombrilla son esas personas que están resignadas a que las nubes siempre volverán, y que aún si usan una sombrilla ésta se doblará y todos ellos se mojarán, y no importa cuánto uno espere, no dejará de llover, por lo regular son los niños.
Dicen que el lago es hermoso, y yo por lo que veo desde la orilla de la valla creo lo mismo, es un lago tranquilo, su superficie es tan lisa que refleja el cielo azul y despejado sobre él, y nos deja a Horizontal toda la lluvia.
La valla tiene agujeros, por ahí se va el agua, hacia el lago, haciéndolo cada vez más majestuoso, más profundo, tranquilo.
Un día le pregunté a mi hermano qué pasaría si el lago sobrepasara la valla y nos inundara. Me hizo callar al instante, miró a todas partes y dijo que nunca volviera a repetir eso, que es imposible que pase, que el lago nunca nos haría daño.
Yo estaba pensando más en qué daño le haríamos nosotros al lago si este nos llegara a llenar. Por mí no hay problema, el lago puede seguir ahí, tranquilo, liso e interminable, pero si nosotros pudiéramos llegar a tocarlo…
Cuando nadie me vía aquella tarde (mañana o noche, qué se yo, eso lo determinan las campanas, porque sol nunca hay.), lancé una naranja por encima de la valla, cayó en el agua del lago, y alrededor de donde cayó se hicieron muchas ondas, círculos que se extendían hasta donde podían, y fue la primera vez que vi la superficie del lago alterada.
Estoy preocupada, el agua ya llena más de la mitad de la valla, y últimamente llueve más fuerte, tanto que a veces las gotas duelen en la piel y uno mejor se quiere quedar en casa, mirando desde adentro.
Observé la calmada superficie y el cielo blanco sobre el lago, y fui por una naranja.
Puse la naranja en uno de los agujeros, el agua dejó de irse por ahí.
-el lago nunca nos haría daño.
Fui por más naranjas, y tapé cada uno de los agujeros en la valla. Nadie supo hasta que el agua se levantó.
-¡nos inundaremos! –Le grité a la población de Horizontal.
Nadie hizo caso, nadie escuchó, sólo trapeaban, trapeaban y trapeaban.
El agua subió. Nadie quería saber, nadie quería escuchar. Esperé. El agua subió más. Trapear, trapear, trapear, todo el día y noche.
Observo que el agua sube, y espero el día en que el lago deje de ser el lago, Horizontal deje de ser curvo y sea horizontal, y me pregunto si las acciones de las personas alterarán para bien la superficie del lago, haciéndolo un lago tranquilo y feliz, o convirtiéndolo en un tempestuoso océano.
Fin.
Este cuento que escribí una mañana que desperté con deseos suicidas, está basado en el sueño de esa profunda noche, y el sueño, basado en mis desesperados sentimientos.
Dicen que después de la lluvia, nuestra sombrilla se convierte en un bastón, pero no tengo yo formas de comprobar eso porque en este lugar, Horizontal, nunca deja de llover.
Yo nunca en toda mi vida he visto un día soleado, sin lluvia fuerte o leve, pero los adultos y personas mayores y más sabias que yo siempre dicen la palabra “sol” con un suspiro, como si alguna vez, hace mucho, hubiera parado de llover un momento y el sol nos hubiera dedicado unos segundos.
Nadie sabe a dónde va el agua, hay varias teorías, pero yo creo en que tal vez por eso estamos rodeados de un lago, y por eso nuestro terreo es curvo, como la parte de arriba de un globo.
Detrás de la valla hay un lago, un lago enorme, que si no fuera porque está muy tranquilo siempre, creyéramos que es el océano.
Yo nunca llevo sombrilla, y veo a personas que sí la llevan, ésas son las que aún quieren convencerse de que parará de llover, por lo regular son los viejos. Los que no llevan sombrilla son esas personas que están resignadas a que las nubes siempre volverán, y que aún si usan una sombrilla ésta se doblará y todos ellos se mojarán, y no importa cuánto uno espere, no dejará de llover, por lo regular son los niños.
Dicen que el lago es hermoso, y yo por lo que veo desde la orilla de la valla creo lo mismo, es un lago tranquilo, su superficie es tan lisa que refleja el cielo azul y despejado sobre él, y nos deja a Horizontal toda la lluvia.
La valla tiene agujeros, por ahí se va el agua, hacia el lago, haciéndolo cada vez más majestuoso, más profundo, tranquilo.
Un día le pregunté a mi hermano qué pasaría si el lago sobrepasara la valla y nos inundara. Me hizo callar al instante, miró a todas partes y dijo que nunca volviera a repetir eso, que es imposible que pase, que el lago nunca nos haría daño.
Yo estaba pensando más en qué daño le haríamos nosotros al lago si este nos llegara a llenar. Por mí no hay problema, el lago puede seguir ahí, tranquilo, liso e interminable, pero si nosotros pudiéramos llegar a tocarlo…
Cuando nadie me vía aquella tarde (mañana o noche, qué se yo, eso lo determinan las campanas, porque sol nunca hay.), lancé una naranja por encima de la valla, cayó en el agua del lago, y alrededor de donde cayó se hicieron muchas ondas, círculos que se extendían hasta donde podían, y fue la primera vez que vi la superficie del lago alterada.
Estoy preocupada, el agua ya llena más de la mitad de la valla, y últimamente llueve más fuerte, tanto que a veces las gotas duelen en la piel y uno mejor se quiere quedar en casa, mirando desde adentro.
Observé la calmada superficie y el cielo blanco sobre el lago, y fui por una naranja.
Puse la naranja en uno de los agujeros, el agua dejó de irse por ahí.
-el lago nunca nos haría daño.
Fui por más naranjas, y tapé cada uno de los agujeros en la valla. Nadie supo hasta que el agua se levantó.
-¡nos inundaremos! –Le grité a la población de Horizontal.
Nadie hizo caso, nadie escuchó, sólo trapeaban, trapeaban y trapeaban.
El agua subió. Nadie quería saber, nadie quería escuchar. Esperé. El agua subió más. Trapear, trapear, trapear, todo el día y noche.
Observo que el agua sube, y espero el día en que el lago deje de ser el lago, Horizontal deje de ser curvo y sea horizontal, y me pregunto si las acciones de las personas alterarán para bien la superficie del lago, haciéndolo un lago tranquilo y feliz, o convirtiéndolo en un tempestuoso océano.
Fin.
Milady- Julio Cortázar
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Re: La inundación.
OnixBloody Sáb 13 Dic 2008, 19:42
Hallo...
Me encantó, sinceramente.
Impresionante, me gustó la trama, la narración, todo.
Y es muy atrapante que el cuento va muy calmado hasta que en un momento rompe la tranquilidad y el final va más rápido. Es como que el cuento va caminando y de repente un comentario lo obliga a apresur el paso y comienza a correr hasta que se choca con algo, y ahí termina su camino. No sé si me expreso bien, pero bueno. Me voy
Good bye
*·OniyBloody·*
Me encantó, sinceramente.
Impresionante, me gustó la trama, la narración, todo.
Y es muy atrapante que el cuento va muy calmado hasta que en un momento rompe la tranquilidad y el final va más rápido. Es como que el cuento va caminando y de repente un comentario lo obliga a apresur el paso y comienza a correr hasta que se choca con algo, y ahí termina su camino. No sé si me expreso bien, pero bueno. Me voy
Good bye
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OnixBloody- Anne Rice
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