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PASSIÓN





PRóLOGO

CAPITULO 1 “Feliz cumpleaños”

El viento era frio casi siempre en esas épocas del año. El mes de noviembre había comenzado y con el las hojas comenzaban a abandonar el árbol que por un año las habia sostenido pendiendo de una sutil rama valanceandose al compas del viento mientras el tiempo pasaba entre sus ramas jugueteando caprichosamente según el mes por el que rondara.

Mi mirada se paseo de uno a otro de los árboles que adornaban el pequeño camino de asfalto que recorria el autobus a gran velocidad por las solitarias calles, mientras que las hojas cobrizas caian lentamente detenidas por el aire que las empujaba a ir mas despacio en su camino hacia el frio asfalto.

Un largo camino de casas adornaban las calles poco trancitadas de los suburvios donde vivia. Unas cuantas calles mas y mi casa se asomaria fria y aburrida como siempre a mitad de la avenida.

Mire a mi lado, estaba sola, como siempre, acostumbrada a mi soledad, acostumbrada a las burlas, acostumbrada simplemente a ser yo.

Un suspiro se arranco de mis labios, seguramente esto nunca cambiaria, siempre seria la niña rara, el fenómeno de la clase, la rechazada que nunca tenia con quien sentarse en el autobus de regreso a casa. Pero eso no me quitaba el sueño, siempre había estado acostumbrada a mi soledad.

Mire a mi alrededor, lo que me rodeaba no me gustaba, niñas patéticas retocando su maquillaje, chicos superficiales viendo los atributos que la naturaleza le habia regalado a las niñas patéticas, y asi un sin fin de cadenas incansables que llenaban aquel bullicioso autobus.

Tome mis cosas, mire a la ventanilla y me di cuenta de que aquellas calles que faltaban las habíamos pasado presurosos llegando asi en un tiempo record a lo que sin duda era mi casa.

El autobus se detubo frente a un patio arreglado por rosales bien cuidado pero misteriosamente tétricos a la vista, una vista que sin duda me gustaba.

Pareciera que nadie ponia atencion a lo que hacia, pareciera que era solo un fantasma llegando a su guarida, sin que nadie prestara atencion, sin que nadie se percatara de que alguien habia llegado a su destino.

Pase por el pasillo sin hacer ruido, con pasos largos y presurosos para bajar de aquella maldita lata llena de decerebrados lo antes posible antes de que me arruinaran las pocas neuronas que suponia tenía aún.

-hasta mañana freak-dijo una voz maliciosa a mis espaldas justo cuando mis pies hacian contacto en el primer escalón del autobus.

Una mirada asesina de mi parte dio vuelta para buscar al responsable de aquel comentario de mal gusto.

Lo suponia, como siempre, el niño mimado, campeón de futbol, el ídolo de los adolescentes de aquel instituto llamado “ESCUELA”, aunque ciertamente nombres como “manicomio” “psiquiatrico” “centro de estudios hormonales” o simplemente “zoologíco” le quedaban mejor para su descripción.

Lo fulmine con una mirada asesina haciendo que algunos de los “animales” sentados en aquella “lata” hicieran aquel espeluznante sonido de burla que los adolescentes solemos hacer cuadno algo no esta bien.

Nadie dijo nada mas, aquel chico solo sonrrio un poco y dirigio la mirada al interesante paisaje detras del cristal para ocultar con valentia el desagradable mensaje que habia mandado.

Mire al conductor el cual me miraba con un rara mezcla entre miedo, lástima y prisa por cerrar las puertas de su autobus e irse de ahí lo mas rápido posible.

Suspire un poco ante el silencio provocado por mi mirada y baje del autobus sin mirar atras para no encontrarme con desagradables miradas mientras el autobus seguia su recorrido.

Pase desganada por en medio de aquellos tétricos rosales tratando de mirar mis pies sobre el camino que se formaba hasta la puerta de entrada la cual no tardo en aparecer frente a mi rostro anunciandome que debia parar mi recorrido.

Busque adentro de mi mochila mis llaves hasta que las alle hasta la parte mas honda de ella al sentir aquel frio metal en la punta de mis dedos.

Abri lentamente,la casa parecia estar vacia en su totalidad. Di un largo suspiro mientras pasaba por la fria estancia hasta llegar a la s escaleras para poder llegar a mi habitacion.

Era realmente deprimente, ese día en especial lo era. Aquella mañana oficialmente cumplia 17 años de vida y nadie, nisiquiera mis padres, lo habia recordado. Para todo el mundo a mi alrededor habia sido un dia mas, igual de común y mas que corriente.

Me tire sobre el suave colchon de mi cama, boca abajo, suspirando y aguantando algunas lagrimas que se amontonaban en mis cristalinos ojos para no dejarlas caer por mis mejillas.

Mire la ventana, las hojas que caian de los árboles entraban callendo al pie de la ventana recordandome que el otoño ciertamente ya estaba en plenitud.

Tome una de mis almohadas, la abrece con fuerza y mis lagrimas comenzaron a correr por mis mejillas, frias e inpacientes para tratar de calmar asi el vacio que sentia en medio del pecho por saber que a nadie le importaba en lo mínimo.

Nisiquiera se cuanto tiempo paso, mis ojos dejaron de llorar por inercia, pero aquel frio vacio en mi pecho no desaparecio en lo absoluto. De pronto oi que la puerta de entrada se cerraba, seguro eran mis padres que llegaban de sus trabajos cansados y sin ganas de hablar acerca de nada durante la cena.

Tocaron tres veces a mi puerta. No tenía ánimos para abrir y mucho menos para hablar. Como era de esperarse desistieron de inmediato, me alegro demasiado ver que por primera vez en mi vida se hiban cuando yo quería.

Supuse qume llamaban para cenar, me mire un par de veces en el espejo, maquille mis ojos de nuevo para que no notaran aquel brillo que queda despues de derramar aquellas agrias lagrimas que te rompen el alma y que que no son escuchadas por nadie. Me acomode el cabello y baje a la sala a ver que era lo que mis padres habian preparado para cenar.

Como esperaba me encontre con una mesa totalmente pusta y la cena recien servida. Mi madre al verme en la sala corrio hacia mi y me abrazo de improvisto. Mis brazos nisiquiera se acomodaron al contorno de su cuerpo, no tenía ganas de aquellos vergonzosos momentos que algunas veces pides evitar, pero que como si fuera un castigo tienes que pasar.

Mi padre al separarse mi mama de mi lado fue y me dio un abrazo, mucho menos efucivo pero igual de hipocrita.

Sonrrei un poco, no me quitaba nada, aunque por dentro yo esperaba que todo aquello desapareciera y asi poder subir de nuevo a mi habitación para estar en confort con mi soledad, la unica que me acompañaba siempre..

-Tu padre y yo nos sentimos terribles por haber olvidado tu cumpleaños en la mañana.

-a si ...no hay problema-dije desinteresada- ¿ya esta la cena?-pregunte para cambiar de tema antes de que una lagrima se revelara en contra mia y saliera por mis ojos ante la mirada de mis padres. Eso era lo ultimo que queria para ese dia, que ellos me viera llorar.

-si si...tragimos tu comida favorita-dijo emocionada mi madre llendo a la cocina- sientense,en un momento sirvo-dijo contenta mientras que mi papa me tomaba de los hombros para llevarme a la mesa.

Cuadno la cena estubo servida yo tome el control del televisor y lo encendi.

-¿quieres ver television?-pregunto mi mama mientras comia lentamente.

-si-dije friamente cambiando de canal en canal hasta llegar a uno que me convenciera.

-yo pensaba que podiamos hablar sobre como te habia ido en el colegio hoy que fue tu cumpleaños-dijo animada.

-bueno no creo que para eso tenga que apagar el televisor-dije friamente sin apartar mi mirada de un canal de noticias.

-¿porque?-pregunto de inmediato mi padre.

-porque en la escuela a duras penas saben que existo, a nadie le importa como me valla y no tengo amigos que recuerden mi cumpleaños, ¿algo mas?-pregunte apartando mi mirada de la tv y volteando a ver a mis padres seriamente.

Mis padres tragaron saliva con esfuezo y no dijeron nada mas, solo unas miradas complices antes de bajarlas para admirar sus interesante cena.

La verdad me daba igual. Termine mi cena sin decir una sola palabra fijandome en las noticias de la noche mientras que mi padre se levantaba de la mesa sin decir nada.

-un nuevo atentado terrorista sacudio la ciudad de irak esta mañana-decia la voz del conductor de noticias mientras las escenas de al cruda realidad se presentaban ante mis ojos- al menos 22 muertos y 35 heridos ha sido el saldo de esta nueva protesta en contra del nuevo régimen impuesto por estados unidos. En otras noticias el primer ministro de ...- cambie el canal, odiaba ver aquellas crudas noticias despues de la cena, pero sabia que tenia que hacerlo para mantenerme informada del mundo en el que vivia actualmente, un mundo cruel y despiadado que no daba tregua ni un segundo para dejarnos respirar tranquilos y tomar fuerzas para las nuevas cosas que se aproximaban en el camino.

-alicia, tu padre ha puesto un regalo en tu habitacion-dijo mi madre mientras yo cambiaba compulsivamente los canales del televisor.

-muchas gracias-dije sin prestar atencion estacionandome en un canal de caricaturas sin chiste alguno.

-bien...iremos a nuestra habitacion-dijo mi madre al ver que la noticia no habia causado ningun efecto en mi.

No respondi, solamente me quede mirando aquella pantalla sin sentido para no tener que voltear a verla con su cara mustia y descarada totalmente cegada por su conciencia que le decia que merecia tener unos dias de paz y libertad desmedida solo para remediar su terrible error de no prestar la suficiente atencion a su hija adolescente de 17 años que habia sido olvidada en el dia de su cumpleaños.

La casa pronto estaba en silencio, un silencio que solo era interrumpido por el televisor. Las luces estaban apagadas y yo seguia sentada en el sofa sin mirar fijamente nada, con miles de ideas en mi cabeza.

Apague la tele en un arranque de aburrimiento, nada capataba realmente mi atencion. Subi las escaleras de hasta llegar a mi habitacion.

Entre y me tire en la cama no sin antes cerrar la puerta detras de mi. No sabia que hacer, si leer un rato o solamente acostarme con miles de pensamientos en mi cabeza que por fin me vencieran en un sueño profundo, de pronto mi mirada se fijo en una de las esquinas de mi habitacion, ahi habia algo, seguramente el regalo que mi madre habia mencionado.

Me levante con pesar y fui hacia alli. Recargada en la pared habia una funda bastante mas grande que una guitarra. ¿por fin habrian comprado aquel bajo electrico que yo tanto esperaba? ¿acaso el remodimiento esta vez los habia llevado al extremo de cumplir mi capricho? Anciosa tome la funda, realmente me impresiono el peso, era mucho mas pesado que un bajo electrico y ciertamente mucho mas ancho.¿que seria?

Lo lleve hastala cama y ahi lo pose suavemente. Lentamente baje aquel cierre frio. Cerre los ojos hasta que no estubiera bien abierto hasta abajo. Una sonrrisa se dibujo en mi rostro, la felicidad me embargaba. Lentamente abri los ojos esperando ver ahi adentro un bajo electrico, que aunque el peso de la funda me decia que no podia ser posible, yo aun esperaba con ansias.

Valla sorpesa fue la que me lleve al abrir los ojos,no entendia que era, ciertamente alguna vez en mi vida habia visto aquel intrumento pero nunca me habia preguntado como se llamab. Ante mi habia un imponente, empolvado y mas que viejo ... ¿violin? ¿contrabajo? ... ¿que era aquello?