DE VUELTA EN CASA
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DE VUELTA EN CASA
DE VUELTA EN CASA
1
Alto pinar, fuerte veneno
El bosque está inundado.
¡Silencio! Desde la colina
La noche es azul.
2
¿Te acuerdas de aquel pueblo
Al borde del camino?
-Ese pueblo se ha borrado de los mapas
Y no logro recordar.
3
El tren me lleva donde alguien ha muerto.
Está nevado. El aire es frío y quema los pulmones.
4
Me dicen que es bueno recordar días pasados
Y me alcanzan una Biblia, para que aprenda a amar.
Está huyendo de la vida, y lo saben
Y me invitan a mi propio entierro
Con una modesta sonrisa, nada más.
5
Por la madrugada las truchas
Observan al pescador encender un cigarrillo.
En la ciudad las putas
No han terminado aun el último turno.
El día abre sus ojos,
Las luces, poco a poco, se apagan,
Los aviones llegan a comer maíz.
Es la hora del pan
Pero no habrá nada para los mendigos por lo menos hasta el mediodía.
Yo escribo poemas para variar.
A la feria han llegado los camiones cargados de naranjas,
La vecina del segundo piso
Ha preparado café,
Los estudiantes repasan nerviosos la lección.
En el bosque los pájaros no cantan
Están contemplando el salir del sol.
6
Cuando los troncos podridos viajan por el río
Hay que pensar en tierras lejanas
Que nunca podremos nombrar.
7
Algo me dicen las ranas.
Pestañea la laguna salpicada de estrellas.
Amo a los árboles y mi cuerpo los reclama,
Regocijado en el barro busco las raíces.
8
Definitivamente no nací para cantar en la jaula de oro,
La buena pobreza me llenará de dicha,
La tierra será mi compañera
Y dejaré tantas amantes en los caminos
Que lloraré como una niña al regresar a mi pueblo.
9
-Pero ese lugar del que hablas
¿No se habrá ido con la noche?
-Es probable, pero una garza nos da la bienvenida.
10
Uno a uno maté mis corazones
Ahora vivo de este lado de la vida.
11
A la luz de la lámpara
Transcribo las visiones.
Todos los ríos llegan a mí,
Todas las enamoradas suspiran por mí
Pero yo no juego a flecharte el corazón
Prefiero que los pájaros me enseñen
La acrobacia de estos signos
Este vuelo desde mí hasta mí.
12
-¿Jugarás entonces esta noche a ser el mismo?
-No. Tal vez sea mejor beber de la locura
Y dejarse decir por la lluvia.
13
No quiero llegar a este pueblo.
Toco la puerta.
Mi madre sale a recibirme.
14
A lo lejos se oyen unos perros
Pero no creo haber avanzado nada
Apenas unos pasos.
15
-Viajero, ven aquí a beber un poco de vino
-Qué quieres caminante, no puedo detener la marcha.
-Es que no sabes que ese pueblo ya no existe
-Eso me dicen, mas tengo que verlo para soñarlo.
16
Como el niño de Charleville
Un día volveré a mi casa.
17
Los pájaros me preguntan
¿Por qué viajas tan aprisa?
Y no alcanzo a responderles y se echan a volar.
18
Seré golondrina pero no cuervo
(Nunca más diré Nevermore)
Prefiero el calor del aire de los sueños
A la amarga ilusión del cementerio
Y los lamentos…
19
Es bueno hablar con la voz del riachuelo
Y bañarse desnudo entre los brazos del alba.
A veces las hojas caen
Como si su viaje a la tierra
Fuera un reencuentro con los abuelos
Y conversar con el sauce es
Preguntar si acaso existe algún Ulises.
Y soy turista del los bares
Y mendigo en la estación del metro por el puro hecho
De practicar la vergüenza.
A veces pienso en el arroyo
Y lo imito en su forma y movimiento.
20
No quise cruzarme con la muerte
Se me cruzó en el camino.
¿O la llevaba a cuestas?
21
Hombre, caminante, por qué
Me pides agua si puedo
Darte vino.
22
-¿Y qué pueblo es ese que fue borrado?
-Tan sólo es un pueblo, caminante,
Del que no recuerdo ni su nombre.
23
Llego a mi casa y todos me absorben en silencio.
Nunca debiste haber salido
De estas cuatro paredes blancas
Que te dieron de comer.
Llegas tarde –dice mi madre-
Casi todos han muerto.
Ya casi nadie te recuerda.
1
Alto pinar, fuerte veneno
El bosque está inundado.
¡Silencio! Desde la colina
La noche es azul.
2
¿Te acuerdas de aquel pueblo
Al borde del camino?
-Ese pueblo se ha borrado de los mapas
Y no logro recordar.
3
El tren me lleva donde alguien ha muerto.
Está nevado. El aire es frío y quema los pulmones.
4
Me dicen que es bueno recordar días pasados
Y me alcanzan una Biblia, para que aprenda a amar.
Está huyendo de la vida, y lo saben
Y me invitan a mi propio entierro
Con una modesta sonrisa, nada más.
5
Por la madrugada las truchas
Observan al pescador encender un cigarrillo.
En la ciudad las putas
No han terminado aun el último turno.
El día abre sus ojos,
Las luces, poco a poco, se apagan,
Los aviones llegan a comer maíz.
Es la hora del pan
Pero no habrá nada para los mendigos por lo menos hasta el mediodía.
Yo escribo poemas para variar.
A la feria han llegado los camiones cargados de naranjas,
La vecina del segundo piso
Ha preparado café,
Los estudiantes repasan nerviosos la lección.
En el bosque los pájaros no cantan
Están contemplando el salir del sol.
6
Cuando los troncos podridos viajan por el río
Hay que pensar en tierras lejanas
Que nunca podremos nombrar.
7
Algo me dicen las ranas.
Pestañea la laguna salpicada de estrellas.
Amo a los árboles y mi cuerpo los reclama,
Regocijado en el barro busco las raíces.
8
Definitivamente no nací para cantar en la jaula de oro,
La buena pobreza me llenará de dicha,
La tierra será mi compañera
Y dejaré tantas amantes en los caminos
Que lloraré como una niña al regresar a mi pueblo.
9
-Pero ese lugar del que hablas
¿No se habrá ido con la noche?
-Es probable, pero una garza nos da la bienvenida.
10
Uno a uno maté mis corazones
Ahora vivo de este lado de la vida.
11
A la luz de la lámpara
Transcribo las visiones.
Todos los ríos llegan a mí,
Todas las enamoradas suspiran por mí
Pero yo no juego a flecharte el corazón
Prefiero que los pájaros me enseñen
La acrobacia de estos signos
Este vuelo desde mí hasta mí.
12
-¿Jugarás entonces esta noche a ser el mismo?
-No. Tal vez sea mejor beber de la locura
Y dejarse decir por la lluvia.
13
No quiero llegar a este pueblo.
Toco la puerta.
Mi madre sale a recibirme.
14
A lo lejos se oyen unos perros
Pero no creo haber avanzado nada
Apenas unos pasos.
15
-Viajero, ven aquí a beber un poco de vino
-Qué quieres caminante, no puedo detener la marcha.
-Es que no sabes que ese pueblo ya no existe
-Eso me dicen, mas tengo que verlo para soñarlo.
16
Como el niño de Charleville
Un día volveré a mi casa.
17
Los pájaros me preguntan
¿Por qué viajas tan aprisa?
Y no alcanzo a responderles y se echan a volar.
18
Seré golondrina pero no cuervo
(Nunca más diré Nevermore)
Prefiero el calor del aire de los sueños
A la amarga ilusión del cementerio
Y los lamentos…
19
Es bueno hablar con la voz del riachuelo
Y bañarse desnudo entre los brazos del alba.
A veces las hojas caen
Como si su viaje a la tierra
Fuera un reencuentro con los abuelos
Y conversar con el sauce es
Preguntar si acaso existe algún Ulises.
Y soy turista del los bares
Y mendigo en la estación del metro por el puro hecho
De practicar la vergüenza.
A veces pienso en el arroyo
Y lo imito en su forma y movimiento.
20
No quise cruzarme con la muerte
Se me cruzó en el camino.
¿O la llevaba a cuestas?
21
Hombre, caminante, por qué
Me pides agua si puedo
Darte vino.
22
-¿Y qué pueblo es ese que fue borrado?
-Tan sólo es un pueblo, caminante,
Del que no recuerdo ni su nombre.
23
Llego a mi casa y todos me absorben en silencio.
Nunca debiste haber salido
De estas cuatro paredes blancas
Que te dieron de comer.
Llegas tarde –dice mi madre-
Casi todos han muerto.
Ya casi nadie te recuerda.
LIKUG- Giovanni Boccaccio
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