la casa de la tortura

hola
esta novela ya la habia estado publicando en el otro foro, aqui tambien la voy a seguir, espero que les guste



se encontraba jugando, pretendiendo ser un piloto de avión girando sobre el césped verde del jardín, cuando perdió el equilibrio y callo sobre sus rodillas, inmediatamente trato de pararse pero volvió a caer, esta vez sobre su espalda. Una vez de pie miro hacia abajo y vio que su pantalón estaba roto de la parte donde se encontraban sus rodillas y vio que por una de ellas un poco de sangre se deslizaba, entonces vio que alguien salía por la puerta de cristal que llevaba a la cocina; era su padre quien se acercaba se acercaba rápidamente a el.
- mira nada mas mocoso entupido, ya rompiste tu pantalón.
El niño simplemente lo miraba aterrorizado esperando que esta vez no lo golpeara como acostumbraba a hacerlo cuando se “portaba mal”.
- sabes cuantas horas tengo que trabajar para poder comprarles algo a ti y a tus hermanos?- pero el no decía nada.- Contéstame maldita sea!.- dijo agitándolo del brazo.
- Si señor.
- Pues parece que no, te enseñare a cuidar mas tus cosas niño inútil.
Lo tomo del brazo y lo arrastro por todo el jardín hasta llegar a un árbol que tenia la cadena del perro alrededor, tomo la cadena y la [uso en el cuello del niño.
- haber si así aprendes, te quedaras aquí afuera amarrado como el perro que te comportas, por que eres igual a uno… no… no es verdad, hasta un perro es mas cuidadoso y agradecido que tu.- dicho esto abofeteo su rostro marcando su mano en el.

Joe Grinhand despertó estrepitosamente, con sudor corriendo por su rostro y respirando con dificultad.
- calma… solo fue un sueño.- se decía una y otra ves tratando de tranquilizarse.
A menudo Joe tenia sueños de si infancia, su padre siempre lo golpeaba cuando se “portaba mal”. Contando ya con 23 años a joe todavía lo acechaba el fantasma de su pasado. Miro su reloj que se encontraba en una mesita de noche junto a su cama, indicaba las 6:45 AM, se limpio el sudor que aun corría por su frente con su mano izquierda y mientras con la derecha retiraba las cobijas de su cuerpo, se sentó sobre la cama arqueando su espalda y después levanto su pálido cuerpo de la cama, camino hacia el baño y entro en el, se recargo en el lavabo y miro su rostro en el espejo, sus ojos que eran de color verde lucia rojos, quizá era porque no había dormido supuso Joe . Despojo de si ropa y se metió a la regadera girando las llaves, inmediatamente el agua comenzó a salir agua fría, un escalofrió le recorrió la espalda y girola llave izquierda y el agua comenzó a entibiarse.
Lavo su cabello con algo de shampoo y después enjabono su cuerpo para después enjuagarse con el agua que ya se encontraba caliente, cuando ya no quedo rastro de la espuma del jabón cerro las llaves y salio de la regadera, copio un toalla con una de sus manos y comenzó a secarse el cabello con ella, cuando quito la mayor parte del agua de el, enrollo la toalla en su cintura y salio de baño; se vistió y salio de la habitación y de su casa. Camino entre la gente de la ciudad. Darlyk Hill es una ciudad de apenas 1500 habitantes, todos ahí se conocían y todos ahí conocían a Joe por ser muy callado y solitario, no acostumbraba a hablar con nadie a menos que fuera necesario y si así era solía ser muy cortante o hablar en monosílabos.
- buenos días señor Grinhand, veo que hoy madrugo mas de lo normal.
Joe apenas lo miro y siguió caminando y sin importancia alguna el cruzo la calle sin fijarse si algún carro se aproximaba.

Joe llego al supermercado, toda la población de Darlyk Hill compraba ahí, ya que era el único supermercado que había, entro a el y Carly Suzanne lo saludo, pero el siguió caminando como si nadie le hubiese llamado o como si solo hubiese escuchado al viento soplar.
Entro al cuarto donde solo se admitían empleados, aun faltaba media hora de entrada al trabajo, había algo de esa sala que lo hacia sentirse incomodo, se sentó a esperar, pero esperar a que, a que el reloj marcara su hora de entrada?, la mayor parte de su vida se la había pasado esperando algo, pero que?. Se quedo ahí sentado en silencio y con la soledad como su compañera, hasta que de pronto los recuerdos de su padre empezaron a acechar su mente como un animal a su presa, empezó a recordar como su padre lo disciplinaba cuando hacia “algo malo” o cuanto el se “portaba mal”, como el siempre terminaba siendo la presa de su padre cuando volvía del trabajo.
Entonces un recuerdo golpeo su mente como si se hubiera disparado una bala en la cabeza de un suicida, recordó cuando el tenia 4 años, tal ves 5, aquel día estuvo haciendo mucho calor y el comenzó a tener sed, trato de servirse agua en un vaso pero el grifo del agua estaba mucho muy fuera de su alcance debido a su baja estatura, pero Joe era listo así que tomo una de las sillas de la mesa y la arrastro con dificultad hacia el grifo, cuando llego ahí acerco la silla y subió por ella con el vaso entre las manos; giro la llave y el agua comenzó a salir por ella, puso el vaso deteniendo el paso del agua y cuando por fin el vaso se lleno, giro la llave de nuevo para que esta ves el agua dejara de salir, se dispuso a bajar de la silla con el vaso en las manos, pero el pequeño de Joe a pesar de ser listo era demasiado despistado y no se dio cuenta de que uno de sus zapatos tenia la cinta desamarrada, entonces al tratar de bajar uno de sus pies piso la cinta desamarrada callo al piso rompiendo el vaso de vidrio dejando escapar toda el agua que en el se contenía, y Joe, el pequeño Joe callo al piso sobre su brazo haciendo que uno de sus huesos se fracturara al momento de caer y emitiendo un grito de dolor, su padre llego a la cocina para ver que había pasado y vio a su hijo al menor de sus hijos tirado en el suelo llorando.
- grandísimo idiota, rompiste otro vaso, esta ves te enseñare, te enseñare a no ser tan entupido como lo eres.- en eso vio que su niño se agarraba el brazo izquierdo mientras lloriqueaba de dolor.- así que te duele este brazo?- su padre toco el delgado brazo de su hijo y este al instante lanzo un alarido.- marica de mierda no soportas nada.- dijo esta ves pateándolo.
El señor Grinhand tomo del brazo al niño y lo arrastro asta el sótano donde colgó a Joe de su brazo con una cuerda, Joe gritaba y lloraba con desesperación pero parecía que eso le causaba placer a su padre.
- te has portado de nuevo mal Jossy y mereces un correctivo y tu lo sabes, esto es por tu bien.

- te encuentras bien?- se escucho una voz entrando a la sala de empleados.- Joe te encuentras bien?... Joe?- decía insistente.
Joe volvió en si, miro a Carly por unos segundos y después su mirada se dirigió al piso
- te sientes bien?- pregunto Carly.
- Si, que hora es?
- Las 7:57 AM.
Sin decir nada más Joe abandono el cuarto dejando a Carly sola, ella se sentó en la silla donde anteriormente había estado Joe. Desde la primera vez que vio a Joe lo amo, estaba profundamente enamorada de el. Amaba todo de el.
Hacia ya 5 años desde que Carly llego a Darlyk Hill, ella solía vivir en Saint Lyes, un pequeño pueblo que se encontraba en las afueras de Denver con su padre y sus 6 hermanos. Su padre trabajaba en una de las minas que habia en el pueblo buscando plata, como no ganaba mucho dinero sus hermanos y ella tuvieron que trabajar desde pequeños sembrando las tierras de Bob Tuttle, quien era el mas rico del pueblo. Bob siempre había tratado bien a los niños, en especial a Carly a quien compraba con dulces y muñecas, ella sentía mucho aprecio por el, hasta que cumplió 9 años, ese día lo recuerda perfectamente, el señor Tuttle la llevo al granero con la excusa de que su regalo de cumpleaños estaba ahí.
- seguro que aquí esta mi regalo señor Tuttle?
- Claro que si, acaso no confías en mi muñeca?
- Si… es solo que esta muy oscuro.
Carly comenzó a sentir las manos de Bob tocando su cuerpo mientras el le repetía «feliz cumpleaños muñeca». Ese día Bob Tuttle abuso sexualmente de Carly, ella trato de decirle a su papa pero el no le creyó.
- el señor Tuttle es alguien muy importante, no puedo creer lo que estas diciendo de el después de todo lo que ha hecho por ti.
- Pero papa…- dijo Carly tratando de que no se le quebrara la voz- no lo estoy inventando.
- Basta- dijo elevando la voz.- estas castigada y no quiero escuchar mas del asunto.
Su padre después de esto se encerró en su habitación, sus hermanos quienes habían escuchado todo comenzaron a molestar a Carly.
- solo quieres llamar la atención.- dijo el mayor de sus hermanos.
- Eso no es cierto- dijo Carly tratando de defenderse.
- sabes, a nadie le gustan las pelirrojas.- dijo otro de sus hermanos.- dan asco.
- Y alguien tan importante como el señor Tuttle no se fijaría en una zorra como tu.
- Zorra, fea y pelirroja, me enfermas.- dijo escupiéndole en la cara.
- Ya… déjenme en paz.
- Miren la princesa esta llorando.
- Que pasa aquí?- dijo su padre saliendo de la habitación.
- Ellos me estaban molestando papa.
- Maldita chismosa.- vocifero uno de sus hermanos.
- Con eso solo estas logrando que tu castigo aumente Carly.
- Pero…
- Basta, no te puedes callar entupida?- dijo su padre furioso.- yo… te voy a mostrar como se tratan a los mentirosos en esta casa.
Su padre y sus hermanos comenzaron a golpearla brutalmente, rompiéndole una de sus costillas y dejando moretones por todo su cuerpo, pero aun así no les basto siguieron golpeándola. Uno de sus hermanos tomo unas tijeras.
- hay que cortar la linda cabellera de la princesa.- tomo fuerza y encajo la punta de las tijera en su hombro izquierdo.- ups… me equivoque.- saco las tijeras de su hombro y comenzó a cortar mechones de su cabello hasta dejarla sin uno de ellos.
Paso una hora hasta que se cansaron de golpearla y la dejaron ahí tirada.
- ahora si ya te ves más bonita… princesa.- dijo uno de sus hermanos burlándose y riendo satisfactoriamente.
Carly quedo inconsciente, no sabia si era a causa de los golpes y el dolor o por la sangre que habia perdido, pero lo que si sabia era que si quería seguir viviendo tenia que guardar silencio. A la mañana siguiente se despertó y con mucha dificultad se levanto y camino hacia el baño, se paro en el espejo y todo lo que pudo ver fue un monstruo, tenia la cara amoratada e hinchada, el labio inferior reventado y ya no quedaba rastro de su cabello, ella sentía repugnancia con su propio reflejo, no podía creer que su familia hubiera hecho eso, sano sus heridas y lo único que le quedo fue tragarse su dolor y fingir que todo estaba bien.
Pero a partir de ese momento los maltratos aumentaron, el señor Tuttle abusaba de ella casi a diario y sus hermanos la insultaban y golpeaban cada ves que ella cometía un error. Aunque la vida de Carly era cruel, ella seguía creyendo, creía que aunque todos fueran malos con ella, aun quedaba alguien con algo de bondad en el mundo. Los abusos duraron hasta que ella cumplió 15 años, pero ella lo seguía creyendo, pensaba que habia una razón por la que vivir, solo hacia falta encontrarla.
Ella comenzó a sentir mucha rabia, hasta que encontró una manera de quitarla, cada ves que abusaban de ella, se metía al baño y con la navaja para afeitar de su padre se hacia pequeños cortes en sus muñecas y podía sentir como todo el dolor y la rabia se iban cuando la sangre comenzaba a brotar por ellas y aunque después de un tiempo esos cortes se convertían en cicatrices a ella no le importaba, solo pensaba que eran como pequeñas notitas para recordarle cuantas veces habia sido lastimada.
Cuando cumplió 15 años, ese día ya no lo pudo tomar mas… estaba harta de su vida y ya no iba a poder soportar otro abuso. Sabia que ese día el señor Tuttle intentaría darle su regalo de cumpleaños a su muñeca como los otros cumpleaños pasados así que tomo la navaja de su papi y la metió en su bolsillo. Llego al granero y ahí espero a que Bob llegara con su regalo de cumpleaños pensando que esta ves iba a ser el, el que se llevaría una gran sorpresa.
- veo que viniste por tu regalo de cumpleaños princesa.
Carly no dijo nada, solo se le quedo viendo fijamente, lentamente fue acercándose a el. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, Bob la tomo entre sus brazos y la comenzó a besar, ella sintió mucho asco pero aun así saco de su bolsillo la navaja de su papi y la enterró en su espalda, Bob callo de rodillas al suelo mirándola a los ojos, Carly se acerca y saco la navaja de su espalda para después con ella cortar su garganta y salir corriendo de la granja. Ese día Carly no llego a casa ni tampoco los días siguientes, ella viajo por varios meses hasta que logro establecerse en un lugar. Después supo que toda su familia estaba condenada a pena de muerte después de habérseles declarado culpables por el homicidio de Bob Tuttle.

Carly se levanto de la silla y salio de la habitación, ella trabajaba de cajera en la tienda, aunque su sueño siempre había sido actriz de obras de teatro tuvo que conformarse con ese trabajo ya que como no tenia ningún estudio y apenas sabia sumar y restar que era lo único que su padre le había enseñado.
Su puesto era enseguida de Joe quien era empacador, Carly cobraba la mercancía y el las empacaba en bolsas de plástico y en algunas ocasiones cargaba las bolsas de las señoras mayores y las acompañaba a sus casas, ahí le daban una generosa propina y después regresaba a su trabajo.
Ella llego a su puesto y como todos los días veía a Joe como vigilando todos sus movimientos, tratando de averiguar mas sobre el hasta que algún cliente la ininterrumpía para poder pagar su mercancía. Carly estaba completamente enamorada de Joe, su amor por el era obsesivo, tanto que hasta lo hacia ver de una manera enfermiza.
A veces ni siquiera ella lo entendía, pero aun así ella se esforzaba todos los días para que Joe le dirigiera si quiera una frase completa pero nunca lo lograba apenas podía conseguir que Joe difícilmente contestara sus preguntas con monosílabos.
Incluso parecía ser que todas las noches antes de acostarse Carly pensaba en que estaría pensando Joe en ese mismo instante, lo cual si pasaba algunas veces, pero era mejor que no lo supiera, la mente de Joe siempre estaba repleta de pensamientos malos y crueles, los cuales Carly no entendería.
Carly no ocultaba su obsesión por Joe, todos en el trabajo sabían que en sótano de su casa estaba repleto de cosas acerca de el, libros que leía, mechones de cabello, gomas de mascar que ella recogía cuando el las tiraba, ropa que el donaba o regalaba, las uñas que recortaba cuando estaban muy largas, a veces hasta basura que se encontraban en los contenedores afuera de su casa, sobras de comida y miles de fotografías que le tomaba sin que el supiera, videos, tenia horas y horas de videos de el, sabia todo lo que hacia en un día, sabia su horario, sabia todo sobre el, la gente a veces tenían mas miedo de ella que del propio Joe que aunque no hablaba, a veces se ponía violento cuando algo no era hecho a su manera.
La jornada de trabajo acabo, Joe tomo sus cosas rápidamente para irse y cuando estaba a punto de hacerlo siento que alguien había tocado su hombro, volteo y era Carly.
- hola Joe, ayer cocine lasaña pero me temo que hice demasiada y yo te veo tan delgado y pues no se, supuse que no has de comer mucho y yo no puedo comerme toda esa comida… el punto es que… quisieras ir a mi casa a comer?
- No me gusta la lasaña.
Por fin Joe había podido completar una frase, pero aun así Carly no se alegro puesto que ella esperaba que aceptara su invitación pero el la rechazo y al decirle esto el se marcho a su casa. Carly se quedo parada en la puerta del supermercado con los ojos llenos de lagrimas después de unos segundos ella reacciono y salio corriendo a su casa. Cuando llego comenzó a tirar todo lo que se encontraba a su paso y repitiéndose una y otra ves «por que no me amas?», tiro la mesa de centro de la sala y entonces se paro en seco como recordando algo, se quedo pensando unos segundos y con rapidez se dirigió al baño, tomo una de las navajas que estaban guardadas al fondo del botiquín desde hace años y con ella comenzó a hacerse tajadas por todo el antebrazo izquierdo, una tras otra, la sangre empezó a salir por cada una de las cortadas, hasta que llego el momento en el que había sido tanta la sangre que había derramado que perdió el conocimiento y quedo desmayada ahí en el piso de su baño.

Carly quien había caído en un profundo sueño en su desesperación por poderse quitar en rechazo que tenia impregnado en su cuerpo, despertó de el estrepitosamente, así como si de repente se hubiese acordado de algo importante pero no era así, había sido porque las pesadillas que tenia la atormentaban, hacían que cada mañana despertara asustada. Carly se sentó llevándose las manos a la cabeza y descubrió que estaba temblando un poco.
Trato de levantarse pero al hacerlo vio que todo el piso del baño estaba manchado de sangre, «oh no, lo volví a hacer» pensó Carly, sentía que con eso los días de su pasado estaban volviendo, hacia años que no se había cortado, hacia años que no había tenido la necesidad de desahogarse. En ese mismo momento empezó a tener miedo de ella misma, las lagrimas empezaron a brotar de sus ojos y con sus brazos abrazo sus piernas y comenzó a moverse atrás y adelante como meciéndose hasta que escucho un Ding Ding constante, se puso de pie para averiguar que era, abrió la puerta del baño para escuchar mejor, parecía que ese sonido provenía de su habitación. Salio de baño caminando despacio y sin hacer mucho ruido, cuando llego a la puerta de su habitación con su mano tomo la perilla y lentamente la fue girando, la puerta chillo asustado a Carly, cuando la perilla ya no pudo girar mas empujo la puerta. Le hecho un vistoso a la habitación pero al parecer no había nada o nadie, y entonces vio que el Ding Ding provenía del despertador, Carly sonrió pensando en lo entupida que se había visto por asustarse de su propio despertador y lo apago, el Ding Ding había dejado de escucharse. Cuando iba saliendo de la habitación de nuevo volvió a escuchar el ruido que producía la alarma, extrañada regreso y la volvió a apagar. Esto sucedió otras 4 veces más hasta que se harto y lo desconecto.
El constante sonido de la alarma le había provocado un pequeño dolor de cabeza por lo que se tomo una aspirina, después se tomo un vaso de agua y se sentó en una de las sillas del comedor, se sentía muy débil, la noche anterior había perdido mucha sangre, su rostro estaba pálido y tenia ojeras bajo sus ojos, trato de relajarse un poco antes de irse a trabajar cuando volvió a escuchar el Ding Ding, solo que esta vez se escuchaba mas fuerte y mas constante, se levanto de la silla y camino hacia la puerta, pero recordó que hacia unos minutos lo había desconectado, y paro en seco. Retrocedió hasta llegar de nuevo a la cocina. El sonido del despertador se escuchaba cada vez más fuerte y más rápido, Carly en su intento por alejarse de ahí tropezó con una de las sillas y callo al suelo, golpeando su cabeza. Puso sus manos en sus oídos, llevo sus piernas al pecho y comenzó a balancearse atrás y adelante como en el baño, cerrando sus ojos.
De pronto Carly abrió los ojos y descubrió que todo había sido un sueño, aunque el despertador seguía sonando, se levanto para ir a apagarlo pero cuando lo hizo descubrió que ya no se encontraba en el piso del baño donde había pasado la noche si no, en el piso de la cocina, esto la asusto al punto de que ya no quisiera entrar a su propia habitación, así que lo dejo sonando, escuchándose el mismo sonido una y otra ves.
Carly se quedo parada escuchando ese sonido, pensando y a la vez tratando de convencerse para poder entrar a la habitación. «Vamos Carly ya no eres una niña, como puedes tener miedo de entrar a tu habitación, o peor aun de un despertador?, si no lo apagas te volverás loca con ese constante sonido, cuando entres a la habitación veras que el despertador va a estar conectado, y no desconectado como en tu sueño,». Cuando volvió a la realidad descubrió que sus piernas se estaban moviendo en dirección a su habitación, llego a ella, puso su temblorosa mano en la perilla y la giro, abrió la puerta, miro cada esquina de su habitación para asegurarse de que no hubiera nada extraño, entro en ella y apago el despertador soltando un suspiro de alivio.

Después del incidente de esa mañana, Carly salio de su casa para ir al trabajo, en el camino se encontró con el señor Holmes quien le pregunto si se encontraba enferma o algo parecido ya que esa mañana ella se encontraba más pálida de lo normal.
- es solo una pequeña jaqueca señor Holmes.
- Bueno espero que no pase de ahí, no valla a ser que halla pescado un resfriado.
- No lo creo, lo que pasa es que en la mañana resbale en la cocina y me golpea la cabeza con una de las sillas del comedor.
- Debe de tener mas cuidado señorita Suzanne, usted vive sola y si algo le pasa no la encontrarían en al menos 3 días.
- Oh, no debe preocuparse, es solo que a veces soy muy despistada, y no me fijo donde piso.
- Esta bien, pero tenga mas cuidado.
- Lo haré, que pase muy buen día señor Holmes.
- Igualmente, se cuida.
- Igualmente y mande mis saludos a las señora Holmes.
Carly cruzo la calle y camino un par de cuadras más hasta llegar al supermercado. Cuando entro saludo a todos los empleados y se metió a la sala de empleados, ahí se encontraba Joe, pensativo como siempre, esta vez Carly no le pregunto si se encontraba bien, lo único que le dijo fue buenos días y como era de esperarlo Joe solo la miro para después bajar de nuevo la mirada. Ella guardo su bolso en un pequeño armario que estaba en la esquina de la sala y abandono la habitación dejando a Joe solo.
- sabes cariño?
- Que pasa Sue?- dijo mirándola extrañada.
- Creo que deberías de dejar de interesarte tanto por Joe.
- No estoy interesada en el- dijo mostrando una sonrisa nerviosa.
- Vamos Carly, todos aquí sabemos que estas enamorada de el, tienes que dejar de estarle rogando, solo te estas lastimando.
- Pero…
- Pero nada, deja de engañarte a ti misma, perdón que te lo diga pero el nunca se va a interesar en ti, el, solo esta perdido en su mundo.- dijo interrumpiéndola.
- Lo se pero…
- Mejor búscate a alguien más Carly.
- Esta bien, gracias Sue.
- De nada, es solo que a veces me preocupas.
- Lo se.
Sue se fue y Carly se fue a su puesta en la caja registradora, 3 minutos mas tarde las puertas del supermercado quedaron abiertas y Joe salio de la sala de empleados parándose a lado de Carly empacando la mercancía de la gente que iba a comprar ahí.
Eran ya más de las 5 de la tarde y el supermercado estaba muy solo, Carly volteo a su izquierda y vio a Joe quien como siempre miraba al piso, pensativo. Carly siempre se preguntaba en que pensaba, que cosa era lo que lo atormentaba tanto. Una voz la saco de sus propios pensamientos, era la señorita Truman o como le decían en el pueblo ¨la viuda Truman¨ su esposo había muerto hace ya 47 años en un accidente automovilístico, pero después de eso ella nunca se caso, ahora tenia ya unos 75 años calculaba Carly y vivía sola con sus 16 gatos en una casa a las afueras de la ciudad.
- buenos días señorita Truman.
- Buenos días, ya vas a cobrar esto o vas a esperar hasta que muera.
- Lo siento señorita.- Carly cobro la mercancía, eran 9 sacos con comida para gato.
- Bueno y cuanto es?
- Son $27.99.
- Aquí tiene- dijo entregándole 2 billetes uno de 10 dólares y otro de 20.- sabes que mejor conserva el cambio, ya me hiciste perder mucho tiempo y no creo que lo hagas bien de todos modos.
- Va a necesitar que Joe lo ayude a cargar sus bolsas?
- No, puedo llevarlas todas con una mano, claro que si niña entupida o creías que hablaba enserio?
- No señorita Truman.
- Hay, yo no se como dejan entrar gente tan entupida y deficiente a este pueblo, vamos hijo, que mi casa queda lejos de aquí.
Joe se marcho junto con la señorita Truman, Carly se quedo sola cobrando y empacando la mercancía hasta que llego Joe, cuando eso paso el reloj ya marcaba las 7:46. Carly ni si quiera se atrevió a preguntar como le había ido solo permaneció callada hasta que llegaron mas clientes, la jornada termino y ya todos se estaban marchando a casa. Carly se disponía a hacerlo también pero algo en su interior se apodero y comenzó a hablar por ella con Joe.
- escucha Joe, he notado que bebes mucho café y hoy no tengo nada que hacer y quisiera saber si quisieras ir a tomar café conmigo al comedor del tío Earl es nuevo y dicen que tiene el mejor café de la ciudad.
Joe se quedo callado por unos segundos hasta que accedió, Carly quedo casi en shock al escuchar su respuesta ya que los últimos meses había rechazado todas sus propuestas.
Ambos salieron del supermercado y se dirigieron hacia ese comedor que ella le había mencionado. Cuando llegaron una muchacha muy joven les abrió la puerta.
- buenas noches, bienvenido al comedor del tío Earl, mesa para cuantos?
- Buenas noches, para 2 por favor.
- Esta bien síganme.- ambos siguieron a la muchacha quien los llevo a una mesa que estaba junto a una ventana.
- Gracias.- dijo Carly dibujando una amplia sonrisa.
- De nada… en un momento vendrá alguien a tomar su orden.- dijo retirándose.
- Parece ser que es un lugar agradable no Joe?
Joe movió la cabeza de arriba hacia abajo.
- buenas noches puedo tomar su orden?- dijo una muchacha un poco mas mayor que la que los había recibido.
- Si, podría traernos 2 cafés por favor y… tiene pays?
- Si, tenemos pay de arandano, de fresa, de calabaza, de limón y de queso.
- Me puede traer uno de fresa por favor?
- Si, claro, es todo?
- No se te antoja una rebanada de pay Joe?
Joe volvió a sacudir la cabeza.
- creo que es todo gracias.
- En un momento vuelvo con su orden.
- Esta bien, gracias.
Carly miro por la ventana, todo estaba obscuro a fuera y esto hizo que un escalofrió le recorriera por la espalda.
- te encuentras bien?
Ella se volvió a sorprender, pero esta vez porque fue el quien le pregunto algo (nunca lo había hecho), pensó Carly.
- si… es solo que la oscuridad me aterra. – dijo sonriendo.
- Aquí tienen sus cafés y su pay señorita, provecho.- dijo la mesera interrumpiendo.
- Gracias es muy amable.
Cada uno de ellos tomo un poco de café.
- valla, sabe bastante bien no lo crees?
- Si.
El silencio reino en ellos después de eso hasta que Carly lo rompió.
- tú no tienes algún miedo Joe?
- No.- dijo mintiendo a la misma vez pensando «solo de mi padre»
- Oh pero que valiente eres, yo casi siempre me asusto por todo.- dijo comiendo un bocado de pay.- seguro no quieres pay?, esta delicioso.
- No, estoy bien.
- En que piensas?
- Uh?
- En que estas pensando siempre?
- No creo que eso sea de tu incumbencia
- Lo siento, es que siempre te veo tan pensativo, es como si algo te lastimara.
- No es nada, es solo que algunos tienen pasados que los lastiman y no los dejan vivir.
- Si, te entiendo
- No lo creo, nadie puede entender como me siento.
- Si me lo cuentas quizás yo…
- No!- dijo gritando.- tu no lo entiendes.- se levanto de la silla.- nadie puede.
Dicho esto Joe se fue de ahí dejando a Carly sola, la tristeza comenzó a tomar parte de ella así que pidió la cuenta, la pago y se fue a su casa.

Hola, no te he leído, es que antes de hacerlo checo en una sola pasada cómo son los estritores de los foros, pero tú no comentas nada de lo que te dicen, te lo llevas de largo... Comenta! Interactua! qué caso tiene ir leyendo si no dices nada de lo que te están diciendo, dirás que me interesa lo que digas, al fin que ni te conozco, pero nunca en los 14 años que tengo leyendo & dos escribiendo me ha llamado la atención un escritor que no habla con sus lectores! ¬¬'! (Tengo 18 años recién cumplidos)
Si me respondes este mensaje no dudes que te voy a leer, en unos 15/20 minutos me leo ese poquito! ^^
Esperando respuesta! jeje! ^^,

hola
bueno primero quiero pedir disculpas,
la vdd no les habia agradecido
porque estaba esperando a subir hasta
otro capitulo, pero no se me ha podido
ocurrir nada, espero y mas tarde pueda
acabarlo. encerio mis mas sinceras disculpas.
muchas gracias a las que han estado leyendo
esto, la verdad no pense que alguien lo fuera
a leer, muchas gracias en verdad

wow...esta en verdad muy bueno..

el sufrimiento de cada uno...me lo imagino..y wow..

p0rfas siguelo!!^_^